miércoles, 16 de mayo de 2007

Proxemia


Por fin he descubierto cual es el problema que provocan determinadas relaciones. Es meramente de proxemia... la cercanía con la que se relacionan algunas personas no es la prudente ante los ojos de los demás.
Al parecer existen ciertos códigos que se deben cumplir. Para actuar de forma socialmente correcta.
Cuando chicos los niños no lloran porque sino, son niñitas. Cuando crecen, los hombres no se saludan de besos ni demuestran afectos públicos entre ellos porque son considerados "raros". Las mujeres van al baño en compañía de otra (siempre me he preguntado para qué?). Es común tener una amigui, entre niñas, a la que le puedes hacer regalos, porque si lo haces con un hombre te lo quieres comer y estas secretamente enamorada de él.... y así mil acciones sociales correctas que parece que yo me las salté...

La proxemia correcta para tratar a la gente pareciese estar ligada a las interacciones de géneros. Los hombres se saludan con un abrazo bien brutal y apretado entre congéneres. Pero si un hombre y una mujer se abrazan muy afectuosamente, es porque se tienen "ganas". Si le envias un mensaje a un amigo en la madrugada con el texto "te necesito conmigo", lo más probable es que si otra persona lo lee, se imagine que lo necesitas contigo, en tu cama y sobre ti. Si fuese un mensaje de una amiga a otra mujer, la interpretación sería otra... está triste, tiene un problema y necesita apoyo. Claro!, pero si no realizas estas interpretaciones "cooherentes", terminas siendo una maldita zorra!, y no en el contexto de astuta precisamente.

Otro problema social, referente a la cercanía con la que las personas debieran relacionarse, es la pequeña línea de la interacción amistad - trabajo. En qué minuto dejas de llamarle la atención laboral y pasas a ofender a tu amigo. Tomando en cuenta que todo trabajador se espera que sea proactivo, uno no debiera desgastarse en estar continuamente diciéndole cual es su ocupación. El problema es cuando llegas a llamarle la atención, porque no ha hecho éso que tú considerabas obvio pero ella al parecer no... entonces, se siente ofendida, pasada a llevar e incluso insultada. Aunque tu hayas hecho caso omiso a retrasos, visitas de amistades, conversaciones de horas por teléfono o MSN (anda tú a saber con quien?) y largos e interminables almuerzos, sin mencionar que debes preguntarle si puede hacer en el día algo por lo que le estas pagando. En fin son interpretaciones de límites que se suelen cruzar y que cuando ocurre se suelen romper.

El problema personal más recurrente, relacionado con la proxemia, es aquel que involucra a tu pareja y a tus amigos. Si logran entender que ocupan sitios diferentes conseguirán comprender cual es la cercanía adecuada con la que deben relacionarse con uno. Los amigos pueden permanecer a pesar de que las parejas puedan cambiar. Ocupan lugares físicos y sentimentales diferentes. Con uno compartes la cama y con otro la vida. Mientras tu amigo no intente meterse a tu cama y tu pareja no pretenda sacar de tu vida a tu amigo, las cosas funcionan bien. Siempre que tengas como lema que tus amigos no están en el menú.

También hay casos de proximidad mal entendidos. Contarlos es chistoso, vivirlos, un poco incómodo. Ejemplos de esto hay varios, cuando vas por la calle y el heladero cree que te conoce y te saluda afectuosamente con un "pequeño" agarrón de cariño. Cuando vas en la micro y él señor de atrás de ti, no se da cuenta que la cercanía con la que se está relacionando contigo, es más pequeña de la que se puede considerar prudente y cómoda. Aunque hay otras que muchos agradecen, como aquella cercanía que resulta de un par de copas y una conversación perniciosa...

en fin... esto sería un resumen de un tema que me cuestiono constantemente, para los que me conocen, ya saben mil gracias por respetar mi metro cuadrado

No hay comentarios: